El mayor recurso con el que cuenta el ser humano para salir adelante está dentro de él; son sus potenciales. Cuesta descubrirlo, pero es real. En cualquier situación, el crecimiento del ser humano depende del desarrollo de sus propios recursos, de sus capacidades.
El ser vivo de la especie humana puede educar su olfato para ser capaz de distinguir cualquier olor, cualquier fragancia. Puede desarrollar su oído para identificar cada nota musical, cada sonido; su gusto, su tacto, su vista, y esto es sólo el principio.
Puede convertir su cuerpo en una máquina veloz o de resistencia, elástica, o coordinada, fuerte o dotada de una extraordinaria movilidad.
Pero donde se nota más su capacidad en comparación con otros seres vivos es en el desarrollo de sus emociones, de su inteligencia, de su voluntad, incluso en las condiciones más extremas. Ahí está su verdadera riqueza y el mayor recurso para crecer y vivir plenamente.
El problema es cómo desarrollar esos potenciales. Y lo primero que se constata es que es una tarea individual, de cada uno en sí mismo. Es verdad que desde fuera se puede recibir guía, ayuda, como el entrenador que dirige el desarrollo de un atleta, pero al final, es él mismo, en un esfuerzo constante. Todo es cuestión de método y de esfuerzo personal.
Sursum, entrenamiento humano integral, ofrece ese apoyo. Lo hace usando la técnica del coaching personal y sumando a esa dinámica, la autorreflexión, la revisión de vida, la acción presente: hacer lo que se está haciendo, y una hoja de ruta por objetivos que marca metas continuas.
No se trata de formar superhombres, sino de trabajar para que cada uno sea capaz de sacar lo mejor de sí, la mejor versión de sí mismo en todos los campos, superar limitaciones, clarificar la visión de sí mismo, y encontrarse con aspectos del yo que ni siquiera sabíamos que podíamos contar con ellos.
Cuando nos asomamos al ser humano, siempre pasa eso: hay una profundidad que no se ve, como cuando se mira hacia abajo desde los puentes de las Barrancas del Cobre. Pero ahí está la riqueza, y sólo hay que saber explotarla, hacerla activa. SURSUM se dedica a eso: forma entrenadores que ayudan a desarrollar esos potenciales y a mejorar las relaciones humanas.
Autor: Miguel Carmena
