Reflexionar

El Recuento de los Daños.

Seamos realistas, este ha sido un año que se ha sentido eterno y perdido de alguna manera, en algún sentido para todos nosotros. Hemos percibido como a lo largo de estos muchos días que se convierten en semanas y que terminaron evolucionando a meses de trabajar encerrados en casa, estar aislados de nuestros amigos y compañeros o hasta familia en casos más lamentables o, en el peor de los casos haber sufrido la enfermedad y hasta haber perdido a un compañero, amigo o familiar de la enfermedad.

El hecho de estar aislado originó algo que estamos llamando “depresión por COVID” en donde varios de nosotros tuvimos reflexiones sobre nuestra vida, sentimientos de soledad, tristeza y hasta abandono. Lo que inicialmente parecía un mes de vacaciones con trabajo en casa, se convirtió en una especie de cárcel con eco en donde todos vivimos.

Tanto tiempo al quedarnos frente a una pantalla y lejos de las personas que amamos han sido una verdadera carga que ya han dejado secuelas para nosotros. La soledad y el aislamiento traen consigo mismo una confrontación con nuestras ideas y la realidad que traemos. Allí descubrimos la parte que no nos gusta de nosotros y ni sólo eso, lo que sentimos que necesitamos cambiar y todavía no sabemos cómo lo haremos.

Tal vez te hayas preguntado si querías siempre sí o no seguir en ese trabajo, continuar en esa relación de noviazgo, viviendo en esa misma casa, seguir con esos hábitos de vida sedentarios, introducir nuevas ideas en la empresa o tal vez hasta abrir tu propio negocio, o tal vez empezaste a valorar la presencia de familia, padres y amigos y de esa relación que sabes que es importante y tienes abandonada. Seguramente te has hecho la promesa con la frase “cuando termine todo esto…”

Tenemos el riesgo de que estos deseos y reflexiones queden en un simple anhelo de cambiar y sea como cada año el propósito de Año Nuevo que termina en el olvido y con el anhelo del próximo año recordándolo cuando el no cumplirlo pesa. ¿Eso es lo que vamos a hacer?

El mundo como lo conocemos no será el mismo. Nosotros ya no podemos ser los mismos. Es tiempo de tomar decisiones y llevarlas a sano término. Todos tenemos una idea de donde queremos llegar, pero a veces no sabemos como empezar ni como conducirnos. Y es muy válido buscar un apoyo profesional a través de un coach, terapeuta, confidente o una guía.

El cambio es algo que siempre nos dará miedo. Está en la naturaleza humana. Pero lo que sea que venga en el esfuerzo de transformar nuestras vidas será mejor que el estancamiento personal y profesional que tuvimos en los pasados seis meses. Porque todos sabemos que la vida avanza y el segundo que pasa se agota y no vuelve. ¿Qué vamos a hacer para llenar nuestros segundos de vida antes de que veamos como la vida se consume en segundos?

En SURSUM te ofrecemos un camino de trabajo de tus potenciales para que tus propósitos se hagan vida.