Transformarse

VIENTOS DE CAMBIO: OPORTUNIDAD PARA REINVENTAR TU VIDA

Vientos de cambio, “Wind of change”, del grupo alemán Scorpions, se convirtió en un himno para los países del Este de Europa. Era el fin de la Guerra Fría, un período de cambios fundamentales, y aquella canción encarnaba el deseo de libertad y hermandad de los europeos que vivían detrás del Telón de Acero.

Ahora, no tenemos himno, pero el mundo entero se encuentra ante cambios profundos que aún no sabemos a dónde nos llevarán. No hay vientos de cambio, sino un huracán que nos envuelve.

Y en este cambio, cada uno puede ser dueño de su propio cambio. Existen dos poderosas razones para que las personas se abran al cambio: una es la exigencia de adaptarse a un contexto en permanente transformación y, la otra, mejorar la calidad de vida. En este caso, ese contexto ambiental en transformación se nos impone por sí mismo, ahora toca a nosotros construir una vida mejor en ese contexto.

Una condición del cambio es que este ocurre cuando nos identificamos con él. Nos comprometemos con el cambio cuando nos damos cuenta de que podemos y queremos ser más de lo que somos actualmente. El cambio es el itinerario para ir desde donde se está ahora hasta donde se quiere estar. Es el modo ordinario de cumplir objetivos, pero también es el sistema de adaptarse y superar situaciones difíciles.

COVID: oportunidades de cambio

“El cambio no es algo ajeno a la vida del ser humano, sino un proceso constante.”

Muchas veces sucede que los recursos y estrategias que siempre utilizábamos comienzan a dejar de servirnos para lograr resultados. También, buscamos encontrar el propósito de nuestra existencia y el sentido de nuestros días frente a los desafíos que nos plantea la vida.

La verdadera respuesta está en aprender a observar el mundo y a nosotros mismos de manera diferente, recuperando recursos y generando nuevos sentidos, nuevas posibilidades y nuevas perspectivas, y en cambiar para desplegar todo el potencial de nuestro ser, para ser mejores personas, tener una mejor calidad de vida, evolucionar y acompañar los cambios del entorno.

Para hacerlo, es importante dar a nuestro cerebro una dirección; de lo contrario él nos llevará a los viejos lugares conocidos como si estuviera diciendo “esta es la única forma de hacerlo”. Necesitamos hacernos cargo de nuestro propio futuro, pensar qué queremos, a dónde queremos ir, qué tipo de personas queremos ser y conseguir que eso suceda.

Para reinventar su vida, cada uno tiene la posibilidad de ser un observador diferente de las dificultades y de las circunstancias que vive diariamente, sabiendo que lo que ve es sólo resultado de una manera de enfocarlas. Hay una infinidad de formas distintas de observar. Darse cuenta de esto permite reflexionar acerca de cómo soy, cómo son mis relaciones y cómo interpreto el mundo, y darme cuenta de que, si cambio mi manera de observar, puedo generar un mundo distinto, repleto de posibilidades.

Pero, ¿para qué plantearnos cómo queremos ser? ¿para qué plantearnos objetivos?

Las personas somos “prisioneras” de nuestro cerebro. Si no le damos dirección, este se manejará por su cuenta o quizás otros encontrarán la manera de hacerlo por nosotros. Si no le indicamos claramente hacia dónde queremos ir, la mente va para cualquier lado. Si la dejamos “libre”, se conecta con hechos del pasado, se engancha en el sufrimiento, en la queja, en el reproche, o bien en el temor por el futuro, en lo que va a pasar, en lo que quiere que pase y no pasa, etc.

A mi mente tengo que decirle dónde quiero estar, a dónde quiero ir. Cuando planteo los objetivos que quiero alcanzar, necesitaré tener una visión lo más clara posible de a dónde quiero llegar para que mi mente se dirija hacia ellos. Una vez que se lo indique claramente, mi cerebro se pondrá en marcha en esa dirección, buscando el mejor trayecto posible.

Cuando nuestra mente está a la deriva, tenemos una conversación interna, con nosotros mismos, que nos acecha constantemente generando historias acerca de lo que nos pasa y acerca de los otros; nos enquistamos en experiencias del pasado o nos identificamos con las historias que proyectamos en el futuro.

En SURSUM ayudamos a que la persona retome el control de su propia vida, aprenda a rediseñarla y aprenda a cambiar su propia experiencia. Desde su mente, desde su ser profundo. No es un modo invasivo, sino una compañía en el camino, un entrenamiento personal que te acompaña en este cambio para que desarrolles los mejores recursos que tienes para afrontar este cambio: tus propios potenciales.

Vale la pena invertir en el cambio, para que no te lleve el huracán, y sólo te sirva de reto.

SURSUM es un programa de entrenamiento humano integral y de formación de entrenadores que, a través del diálogo personal, la autorreflexión, la acción presente, la revisión personal de vida y el plan de acción por objetivos se orienta al desarrollo de los potenciales internos del ser humano y a la mejora de las relaciones humanas. Además, SURSUM ofrece un programa teórico práctico de formación ética.

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