DESAPEGO EN TIEMPO DE PANDEMIA

En italiano hay una palabra muy usada, de significado muy profundo, que no tiene una traducción exacta en español: “distacco”. Lo traducimos por “desapego”, pero no es lo mismo. El desapego hace referencia a quitar el afecto por algo, suprimir el lazo de unión, algo muy presente en el budismo, el hinduismo y también en el taoísmo. En el budismo y el hinduismo se conoce como “upadana”. El distacco no es eso, es sólo tomar distancia, con neutralidad, sin quitar nada, sólo cambiando el punto de vista, buscando la objetividad para ver las cosas.

Este distacco es una herramienta muy útil para progresar en la vida, en cualquier cambio. Es convertir la autorreflexión, la autoconciencia en algo más objetivo, en una visión “desde fuera”, es buscar la inteligibilidad de las cosas y los hechos más que la interpretación personal, todo un reto.

En esta pandemia, donde las noticias nos pueden llenar de temor o donde algunos nos llevan a negar la evidencia, es muy útil esta disciplina. El distacco nos enseña a ver las cosas con objetividad, a cuidarnos sin ansiedad, a mirar por los otros con realismo, a proteger a la familia con efectividad, a no usar remedios sin rigor, a usar más el cerebro que el hígado.

Distacco

El apego es un elemento profundamente enraizado en la estructura psíquica que nos ayuda a comprender la realidad, a ser conscientes de nosotros mismos y a relacionarnos con otros.

El distacco es ver las cosas desde fuera de nosotros mismos, tratando de que nuestro punto de vista sea objetivo.

Pero el distacco no es necesariamente desapego, porque a lo mejor, esa visión desde fuera nos hace ver que estamos bien, que estamos tranquilos y que, aunque la situación sea muy difícil, hay lugar para salir adelante y poner los mejores medios que podamos.

Es verdad que, normalmente, estamos apegados a patrones de pensamiento, ideas sobre la vida y la realidad y esquemas emocionales que repetimos involuntariamente relacionados con nuestras emociones más propias.

También es verdad que, desde un punto de vista emocional y psicológico, el apego puede llegar a ser uno de los elementos decisivos que nos impiden lograr un cambio en nuestra vida o, como se dice, cumplir nuestros propósitos.

Pero el apego puede ser, al mismo tiempo, algo positivo, una fuerza que nos impulsa cada día en todo lo que hacemos. Por ejemplo, el amor a nuestra familia, a nuestros hijos, es un apego que nos lleva a superarnos, a trabajar, a darnos y es fuente de felicidad y retribución interna.

El apego es un elemento profundamente enraizado en la estructura psíquica que nos ayuda a comprender la realidad, a ser conscientes de nosotros mismos y a relacionarnos con otros.

En las culturas que defienden la ataraxia, el estado continuo de tranquilidad y total ausencia de deseos o temores, es impensable el permitir la existencia de apegos, pero en la vida diaria, donde hay que esforzarse continuamente, trabajar, luchar por salir adelante, el apego puede resultar un recurso valioso.

Por eso, es mejor reemplazar ese desapego por el distacco. El desapego total es imposible: hasta el mismo desapego se puede convertir en un apego, pero el distacco, el ver las cosas con objetividad, desde fuera, puede convertirse en un recurso muy valioso.

El entrenamiento humano integral SURSUM trabaja mucho con el distacco, pero es muy respetuoso con la intimidad de las personas, con sus apegos. En todo caso, si desde fuera, de la objetividad, la persona descubre el efecto negativo de un apego, entonces sí apoyamos el trabajo de desapego.

No estamos para destruir, sino para construir contigo a partir del desarrollo de tus potenciales.

SURSUM es un programa de entrenamiento humano integral y de formación de entrenadores que, a través del diálogo personal, la autorreflexión, la acción presente, la revisión personal de vida y el plan de acción por objetivos se orienta al desarrollo de los potenciales internos del ser humano y a la mejora de las relaciones humanas. Además, SURSUM ofrece un programa teórico práctico de formación ética.

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